martes, 13 de diciembre de 2022

Santa Criz, ejercicio de Imaginación.

Imaginación...  Sueño...  ¿Pesadilla?


El otro día tras haberme comunicado que podía ir a recoger el coche a las 10 de la mañana, rápidamente, junto con el pequeño, acudí a Santa Criz con la esperanza de llegar antes de que enterrasen la intervención de este año.  Ya la conocía, pero me hubiese gustado ver sus últimos momentos,

Al acercarme,vi las marcas de las ruedas de la máquina en la cuesta, también a las personas en su transporte, lo que me dio a conocer que ya había sido enterrado.

Era hora de utilizar el recurso que nos habían recomendado el día anterior:  la imaginación para recrear Santa Criz. Bajé del coche y comencé. 

Inmediatamente entré en el Centro de Interpretación del Yacimiento, un pequeño edificio en el que lo primero que nos sorprende es una magnífica maqueta del criptopórtico actual. Rodeado de paneles explicativos por las paredes y una pantalla donde poder ver audiovisuales de Santa Criz; otra pantalla nos proporciona acceso al Museo Virtual. También vemos réplicas de diferente material encontrado en el mismo, entre las cuales hay una que llama mucho la atención: nuestro querido "togado".

Satisfecha mi curiosidad y abonado el precio de la visita, esta vez por libre aunque hay magníficas visitas guiadas, me encamino por una vía que cruza el aparcamiento y se dirige hacia el barrio que existió en el llano, bajo la colina. No obstante, cambio de opinión: en un futuro lo haré. Más tarde que temprano tendremos más información de este lugar. Aunque también ahora existe quien podría proporcionarla, pero no parece que haya mucha intención de hacerlo.

Así que vuelvo por la vía, y subo por el actual acceso.

No he recorrido muchos metros cuando llego a un lugar que me atrae muchísimo y, cómo no, nuevamente mi imaginación trabaja y trabaja y trabaja, disfrutando estos momentos: Un muro de mampostería, tan parecido y tan diferente de los demás; un muro que debió ser en su día impregnado con algún producto para aumentar su resistencia y cohesión, proporcionándole ese color tan peculiar. Un muro que terminaba apoyado en esa zona vertical de la ladera sur del castro vascón, tras formar un ángulo y creando un lienzo recto de unos diez o quince metros (soy  muy malo calculando), tramo fortificado posiblemente con una torre en su extremo, que servía de custodia y defensa del acceso al castro, con su puerta, que además ponía en riesgo a un posible atacante ya que su costado derecho quedaría expuesto a las defensas superiores de la cresta. Es mucha imaginación ya que no he podido acercarme hasta allí. Lo he intentado un par de veces pero la vegetación existente y restos, ya sea de derrumbe o de algún edificio, no me animan mucho a acercarme. También imagino una pequeña fuerza legionaria, vexiliatio de la Legio II que ha tomado posesión de ese lugar, compuesta de veteranos que han llegado a Santa Criz para adiestrar diferentes cohortes que serán reclutadas en la zona y patrullar la calzada. Para ello utilizarán el castra construido en Los Cascajos, término de Aibar.

Continuó subiendo, un poco cansado de imaginar, y por ello aprovecho para entrar en las termas situadas unos metros antes de llegar a la plaza que precede al foro, antiguos almacenes, con un pórtico que protegía su entrada de las inclemencias del tiempo, y que se apoyaban en el criptopórtico hasta el día en que decidieron construir ese foro tan monumental y tan necesitado de excavación y musealización. 

Imagino la basílica encima del criptopórtico, y esta vez decido acceder al foro por su lado sur oeste, subiendo las escaleras que desde esta plaza permiten acceder al mismo (es que la palabra "crujía" no me gusta mucho). No sin antes acceder al sucellum para reflexionar un poco y solicitar a los dioses mucha más financiación para el actual equipo.

Situado en la plaza del foro, tengo que eliminar mentalmente ese montón de piedras y sustituirlas por una plaza porticada, con edificios a sus lados, el templo, la curia, estatuas ecuestres y del emperador, con un bonito empedrado y unos capiteles que son la   envidia de la comarca. Al mismo tiempoveo pasear a la gente de la época romana, ocupados en sus negocios o dirigiéndose hacia sus casas. Me gustaría que un día no fuera solo imaginación, o al menos no tanta imaginación, puesto que con un poco de voluntad ya podríamos tener dispuesto para nuestro disfrute el perímetro del foro completo. No es que no haya voluntad, ya me entendéis; lo que no hay son euros. Y aprovechar el auge de la Recreación Histórica.

Podría seguir imaginando un castro vascón que se va apagando poco a poco: todavía hay personas que se aferran a su pasado, conviviendo con la nueva forma de vida desarrollada totalmente en la parte este del cerro y en el aterrazamiento de la colina en su vertiente sur. 

He caminado por el cerro hasta su extremo sureste, pisando tierra, hierba, sillares... contemplado toda la extensión de Santa Criz desde ese privilegiado lugar, disfrutando también de su necrópolis y de su Vía Mortuoria. Sin embargo me cuesta mucho más imaginar, sobre todo por la desatención con la que, a mi modo de ver, los sucesivos Gobiernos de Navarra tratan este yacimiento. Y por desgracia no pudo imaginarme el día en que lleguen a apoyarlo de una manera  eficiente .

Quierp dar gracias desde aquí a todos aquellos que luchan y hacen posible que no se hunda el proyecto, me temo que cada vez más amenazado. 

Es lo que afirma mi marginación


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