domingo, 22 de enero de 2023

La muralla romana de Santa Criz

Peculiares hiladas


Hace tiempo que despertó mi atención y no puedo evitar, cada vez que disfruto de la visita de Santa Criz, situarme frente a ella, silencioso y pensativo, imaginando la altura a la que se elevó, su longitud; que formó una defensa común con la protección del castro vascón, más contundente en lo alto del cerro; su pasado; su futuro.

Me imagino que un contingente legionario se asentó en lo alto del lugar, en su zona Este, conviviendo durante largo tiempo, cada cual con su forma de vida, con los habitantes del castro vascón situados en el oeste del mismo cerro. Completando la defensa del enclave, levantaron ese muro en la parte central del mismo, con lo cual se obtuvo una muralla protectora común para los dos. Con un acceso en la parte romana y, posiblemente, reforzando la entrada original del castro  vascón, en la ladera sur.



Y así, tras la Estrella Galicia de la comida, mi imaginación se ha animado. Posiblemente difuminado.

Ahí está -no vale tararear, por favor- Sí, ahí está, camuflada, formando parte de una pared, en la zona Noreste del criptopórtico y más allá todavía; es un tramo que podemos ver que termina con la construcción de una formidable torre de defensa, torre que posiblemente controlaba una nueva entrada a este lugar.

En su lado oeste enlaza con la muralla defensiva del castro y fue levantada de la manera habitual: dos paredes de sillares, una a cada lado, con el espacio entre ambas rellenado de piedras, tierra y cualquier resto similar. Bien compactado todo, faltaría más. No voy a decir ni su grosor ni su longitud; no lo he medido, aunque me aproximaría bastante. Lo más acertado es que participéis en una visita guiada al yacimiento y lo preguntéis "in situ".



Actualmente podemos disfrutar del lado sur y de la estructura de la torre. En su lado norte tenemos el foro, del que formó parte.

Desde un primer momento captó mi atención, como tantas cosas en este incomparable lugar, por cómo se levantó la muralla, al menos la pequeña parte que podemos ver. Los sillares son desiguales -con ese hermoso colorido de Santa Criz, tan peculiar y tan mágico- tanto en longitud como en altura, aunque también es cierto que proporcionan una imagen de similitud (a mis ojos).


Sin embargo, existe una característica que no he visto en ningún otro lugar. También he de aclarar aquí que tampoco es que haya visto muchos. Lo que aprecio es que a una distancia más o menos regular, cada 70 u 80 cm en vertical, está insertada una línea de sillares más finos, en toda su longitud, colocados para recobrar la horizontalidad de la muralla, para continuar construyéndola manteniendo la línea de sillares a la misma altura, sin desequilibrios importantes, ya que no fueron tallados para su encaje exacto. Lo podemos apreciar muy bien en la segunda fila contando desde la parte superior. Y que es anterior al criptopórtico parece demostrarlo el que esta característica la encontremos también en la construcción de la torre. 

Evidentemente lo más seguro es que esté equivocado. O no. Sin embargo, mi imaginación me hace verlo así y, por supuesto, mi opinión es por el momento muy firme y me gusta que así sea. Continuaré pasando grandes momentos, en pie o sentado, de frente o de lado, recorriendo con la mirada todos los sillares del lugar, con Krispys a mi lado, respetando mi ensoñación. Hasta que se harta y me tira la pelota.

E
n un período posterior esa  muralla formó parte del criptopórtico y del foro, cambiando su aspecto y mostrándonos en estos momentos unos hermosos contrafuertes que añaden todavía más historia a la misma.

Ya lo imaginaré otro día. Ahora la tristeza me envuelve pensando en el ninguneo sistemático que  Santa Criz (otros también, pero a mí, particularmente, me interesa éste) sufre por parte del gobierno de Navarra y de sus instituciones. Tal vez algún día me dé por poner por escrito lo que imagino. Puede que alguien se sorprenda.

Hoy nos quedamos con la muralla.


miércoles, 21 de diciembre de 2022

Valle de Yerri

          Santa Catalina de Alejandría



Nada más acercarme al lugar llamado Las Casetas de Ciriza, en el Valle de Yerri, puedo ver este edificio. Situado en medio del campo, las plantaciones de cereales le rodean, mostrándonos sus perfiles desde cualquier lado por el que te acerques. Actualmente es un descampado, hace siglos un poblado..

Edificio restaurado el siglo pasado con gran acierto, es imprescindible visitarlo para conocer el Románico Rural Navarro. Tal vez sea una afirmación pretenciosa, justificada en que es el edificio románico que más me gusta de la Comunidad Foral. Siempre teniendo en cuenta que, dentro de lo que en su dia llamaron Románico, hay una serie de estilos bastante diferentes. 

Su construcción está datada a finales del S. XII.

Es bastante peculiar. Afortunadamente conserva su perímetro original, una pequeña nave, con una cabecera -àbside-- en forma de tambor, la portada en el muro sur, y una pequeña espadaña en el muro oeste. El muro sur y el ábside con una magnífica sillería, mientras que en los otros dos predomina la mampostería.   El tejado, de lajas de piedra.

Sus muros fueron levantados con sillares muy bien trabajados, con un basamento en la zona del ábside reforzado. Sin contrafuertes exteriores, bien planificado.



Una vez que alcanzas la fachada sur, no puede dejar de llamarte la atención la simplicidad de la portada: dos simples arcos apuntados sin ningún tipo de decoración, salvo una moldura superior. Y sí he mencionado que llama la atención es porque esta simpleza de la portada contrasta con el fino  labrado de capiteles y canecillos externos, aunque ahora recuerdo que sito sobre  esta portada, un canecillo muy peculiar, una cabeza masculina, burlona, nos saca la lengua.



Canecillos: sin lugar a duda contribuyen a resaltar esta construcción, bajo mi punto de vista. Están situados en el ábside. Son fantásticos y me entusiasmaron desde la primera vez que los vi. Y seguramente lo hacen con cualquiera que vaya a visitarlos.

No hay temática en la colección de canecillos,  en su mayor parte animales; me resulta chocante que haya estudiosos del tema que con mucha imaginación relacionan alguno de ellos con la religión cristiana:



En uno, está esculpida una mujer dando pecho a un niño. Es curioso que la cara de la misma no haya llegado a nuestros días debido al buen estado en que se conserva el resto. Hay quien afirma que se trata de la Virgen María dando pecho al Niño Jesús. Evidentemente esta afirmación está dada por las creencias de la persona. Yo puedo dar mi opinión y se trata de algo bastante más cotidiano, existente desde la antigüedad hasta prácticamente nuestros días. Para ello debemos tener en cuenta la gran mortandad de madres y de hijos en el momento del parto y el periodo inmediatamente posterior. Esta desgraciada situación daba lugar a madres sin niños y a niños sin madre. La práctica habitual es lo que ahora llamamos ama de cría, mujeres que proporcionaban la leche materna a hijos de otras personas cuya mujer había muerto en el parto o poco después. Y también sería conveniente recordar que esta alimentación se prolongaba durante años. El capitel refleja simplemente este hecho. Una ama de cría alimentando a un niño que no es suyo. O simplemente una madre alimentando a su hijo. Ambas cosas muy cotidianas en la época.



Al otro capitel le dan una explicación que simplemente me produce hilaridad, ¡incluso ahora mismo me estoy riendo! Tenemos en el mismo la cabeza de un hombre que con un dedo se está abriendo el ojo en esa clara actitud de que te estoy viendo, y que tiene una inscripción: "Sanso García ". Por ello dicen que se trata de Sansón. Lo que yo no sabía es que Sansón fuera vasco, porque con ese apellido no puede ser otra cosa. Evidentemente se trata de alguien con una relación importante con este edificio, ya sea escultor o cantero o quien suministraba fondos o cualquier otra relación, probablemente el constructor. Pero desde luego, el  Sansón bíblico, no..



El ábside está dividido en tres partes por medio de dos columnas adosadas.  Ambas tienen capiteles con diferentes figuras y temáticas, de una gran calidad. En la parte central del mismo nos encontramos con una bonita ventana de medio punto, y entre las esculturas que la conforman podemos destacar los capiteles, una de ellas compuesto por una pareja de grifos y el otro por una pareja de arpías.



Este es uno de los escasos edificios románicos de los que quiera conocer el interior, ya que normalmente lo que más me gusta es la construcción exterior, por supuesto sin ningún tipo de añadido que tanto daño les hace, aunque es evidente que forman parte de su historia y haya que respetarlo.

Un edificio que hay que conocer.


P.D

Podría hablar de epístola, el Evangelio y cabecera y pies, tocados y cimacios, chambranas y ajedrezado, zócalo y basas, presbiterio y paños, apegado y adosado.... Tantos y tantos conceptos utilizados por las personas entusiastas románico, pero no es el objeto de este post ni lo será en ningún otro.

Y todavía menos desde que he constatado que, siendo una referencia en el estudio y divulgación del románico, hay quien oculta información básica que no es de su agrado. 

Escribo para quien quiera leer, y me gustaría que se comprendiera lo que digo. Quien sea un iniciado comprenderá perfectamente de lo que hablo, y quien no lo sea, supongo que también. Es mi deseo haberlo conseguido.




martes, 13 de diciembre de 2022

Santa Criz, ejercicio de Imaginación.

Imaginación...  Sueño...  ¿Pesadilla?


El otro día tras haberme comunicado que podía ir a recoger el coche a las 10 de la mañana, rápidamente, junto con el pequeño, acudí a Santa Criz con la esperanza de llegar antes de que enterrasen la intervención de este año.  Ya la conocía, pero me hubiese gustado ver sus últimos momentos,

Al acercarme,vi las marcas de las ruedas de la máquina en la cuesta, también a las personas en su transporte, lo que me dio a conocer que ya había sido enterrado.

Era hora de utilizar el recurso que nos habían recomendado el día anterior:  la imaginación para recrear Santa Criz. Bajé del coche y comencé. 

Inmediatamente entré en el Centro de Interpretación del Yacimiento, un pequeño edificio en el que lo primero que nos sorprende es una magnífica maqueta del criptopórtico actual. Rodeado de paneles explicativos por las paredes y una pantalla donde poder ver audiovisuales de Santa Criz; otra pantalla nos proporciona acceso al Museo Virtual. También vemos réplicas de diferente material encontrado en el mismo, entre las cuales hay una que llama mucho la atención: nuestro querido "togado".

Satisfecha mi curiosidad y abonado el precio de la visita, esta vez por libre aunque hay magníficas visitas guiadas, me encamino por una vía que cruza el aparcamiento y se dirige hacia el barrio que existió en el llano, bajo la colina. No obstante, cambio de opinión: en un futuro lo haré. Más tarde que temprano tendremos más información de este lugar. Aunque también ahora existe quien podría proporcionarla, pero no parece que haya mucha intención de hacerlo.

Así que vuelvo por la vía, y subo por el actual acceso.

No he recorrido muchos metros cuando llego a un lugar que me atrae muchísimo y, cómo no, nuevamente mi imaginación trabaja y trabaja y trabaja, disfrutando estos momentos: Un muro de mampostería, tan parecido y tan diferente de los demás; un muro que debió ser en su día impregnado con algún producto para aumentar su resistencia y cohesión, proporcionándole ese color tan peculiar. Un muro que terminaba apoyado en esa zona vertical de la ladera sur del castro vascón, tras formar un ángulo y creando un lienzo recto de unos diez o quince metros (soy  muy malo calculando), tramo fortificado posiblemente con una torre en su extremo, que servía de custodia y defensa del acceso al castro, con su puerta, que además ponía en riesgo a un posible atacante ya que su costado derecho quedaría expuesto a las defensas superiores de la cresta. Es mucha imaginación ya que no he podido acercarme hasta allí. Lo he intentado un par de veces pero la vegetación existente y restos, ya sea de derrumbe o de algún edificio, no me animan mucho a acercarme. También imagino una pequeña fuerza legionaria, vexiliatio de la Legio II que ha tomado posesión de ese lugar, compuesta de veteranos que han llegado a Santa Criz para adiestrar diferentes cohortes que serán reclutadas en la zona y patrullar la calzada. Para ello utilizarán el castra construido en Los Cascajos, término de Aibar.

Continuó subiendo, un poco cansado de imaginar, y por ello aprovecho para entrar en las termas situadas unos metros antes de llegar a la plaza que precede al foro, antiguos almacenes, con un pórtico que protegía su entrada de las inclemencias del tiempo, y que se apoyaban en el criptopórtico hasta el día en que decidieron construir ese foro tan monumental y tan necesitado de excavación y musealización. 

Imagino la basílica encima del criptopórtico, y esta vez decido acceder al foro por su lado sur oeste, subiendo las escaleras que desde esta plaza permiten acceder al mismo (es que la palabra "crujía" no me gusta mucho). No sin antes acceder al sucellum para reflexionar un poco y solicitar a los dioses mucha más financiación para el actual equipo.

Situado en la plaza del foro, tengo que eliminar mentalmente ese montón de piedras y sustituirlas por una plaza porticada, con edificios a sus lados, el templo, la curia, estatuas ecuestres y del emperador, con un bonito empedrado y unos capiteles que son la   envidia de la comarca. Al mismo tiempoveo pasear a la gente de la época romana, ocupados en sus negocios o dirigiéndose hacia sus casas. Me gustaría que un día no fuera solo imaginación, o al menos no tanta imaginación, puesto que con un poco de voluntad ya podríamos tener dispuesto para nuestro disfrute el perímetro del foro completo. No es que no haya voluntad, ya me entendéis; lo que no hay son euros. Y aprovechar el auge de la Recreación Histórica.

Podría seguir imaginando un castro vascón que se va apagando poco a poco: todavía hay personas que se aferran a su pasado, conviviendo con la nueva forma de vida desarrollada totalmente en la parte este del cerro y en el aterrazamiento de la colina en su vertiente sur. 

He caminado por el cerro hasta su extremo sureste, pisando tierra, hierba, sillares... contemplado toda la extensión de Santa Criz desde ese privilegiado lugar, disfrutando también de su necrópolis y de su Vía Mortuoria. Sin embargo me cuesta mucho más imaginar, sobre todo por la desatención con la que, a mi modo de ver, los sucesivos Gobiernos de Navarra tratan este yacimiento. Y por desgracia no pudo imaginarme el día en que lleguen a apoyarlo de una manera  eficiente .

Quierp dar gracias desde aquí a todos aquellos que luchan y hacen posible que no se hunda el proyecto, me temo que cada vez más amenazado. 

Es lo que afirma mi marginación


miércoles, 16 de noviembre de 2022

¡Krispys no está! ¡Ha desaparecido!

 Buscando a Krispys



Esa tarde quería hacer unas fotografías con una determinada luz. Seleccioné el alto de El Perdón para realizarlas y después de comer me dirigí allí. Pensaba en una tarde tranquila y entretenida, con un pequeño paseo por el Camino de Santiago.


A la altura de Zariquiegui cambié de idea y entré en el pueblo, aparcando cerca de la iglesia. Bajé con el perrito y paseamos un poco para que se aliviara del pequeño paseo en coche. Poco más tarde hice las fotos y me acerqué a la iglesia para ver con más detalle esos capiteles románicos de la portada.



Y allí estaba yo, comparando un par de cabecitas, con Krispys mirando, apoyando sus patas delanteras en un bajo murete que separa la iglesia del camino, asomándose por encima del borde. 


De repente, sonó la campana y, seguidamente, un gemido canino, desapareciendo el valiente peludo. No me lo explico: Estamos en cualquier pueblo y tiembla al escuchar un tañido de campana; sin embargo, en la Plaza de la Cruz, ni se inmuta con el recital de las 12:00 y 13:00 horas. Incomprensible.







Me dirigí al vehículo ya que siempre corre a su lado. No estaba y me sorprendió. Más preocupado, comencé a dar vueltas por los aledaños, sin resultado. Ya estaba realmente asustado puesto que ese comportamiento no era normal: no acudía a mis llamadas, ni siquiera al infalible 1, 2 y 3! La respiración se aceleraba rápidamente, mas enseguida me controlé. Una rápida visión de los hechos dejó de lado medio pueblo: No había visto a Krispys cruzar la carretera, y yo estaba entre la misma y su posición cuando desapareció. Por los lados ya había mirado y era difícil, aunque no imposible, que hubiese marchado por allí. Así que me dirigí, llamándole y silbando (o algo parecido), por el Camino de Santiago , en dirección a Zizur. 


Una larga recta de centenares de metros antes de girar a la izquierda. Y por fin, tras haber caminado unos 100 metros, lo vi aparecer en la distancia, diminuto, a un trote corto, preocupado y asustado. Pero venía hacia mí. Llegó a mi lado, le até la correa y lo abracé, consolándole y tranquilizándome. Directos al coche y a casa.


Un susto tremendo.  Ya veía por allí a la Policía Foral, bomberos y GREIM. Comportamiento no habitual al que a partir de ahora tendré que prestar más atención.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

Paseo corto por el Romanzado

 A Berroya

La noche anterior programé minuciosamente un pequeño recorrido por una parte de Romanzado a la que no había llegado. Desde Berroya volvería a Barañain después de visitar y disfrutar en unos cuantos lugares.


No ha comenzado bien el día: una niebla persistente no se quería levantar. A pesar de que me habían dicho que salía el sol ya, veía la niebla más y más cerrada (cosas de Barañain), hasta que por fin me  dije: "Se acabó. Me voy". Y nada más recorrer unos 300 metros, el sol lucía con todo su esplendor. En fin.


Así que con Krispys y la mochila, llegamos a Berroya. Antes, tras dejar atrás Lumbier, un largo tramo de carretera  me dio la sensación de estar viajando por encima de una vía romana. Más que sensación, seguridad. Intentaré comprobarlo aunque me asaltará la vagancia. 


Quería estar en Berroya porque hace unos años leí un pequeño comentario de la reconstrucción de una iglesia románica del S. XII, financiada por un vecino. Berroya está casi despoblado aunque he visto dos o tres casas bien cuidadas y habitadas, así como varios tractores y un pequeño rebaño de ovejas. Unos carteles por todos los lugares nos avisaban que es finca particular. No se prohibía el paso pero si se advertía de tener cuidado con el medio ambiente, no tirar cosas, no hacer fuego, etc.


Por lo demás, ha sido parar el coche y surgir el primer problema: Una cabeza grande y peluda se asoma por detrás de un pequeño muro de piedra y se encamina en mi dirección. Un mastín, aunque no muy grande. Recuerdo que hace unos años conocí al mastín de Iriso, guardián de rebaño de ovejas, grande, muy grande, que un día se hizo famoso por atacar a una persona que pasaba por allí.


Afortunadamente este simpático y muy cariñoso y disfrutaba cuando le rascaba la cabeza. Como contrapartida he tenido que dejar al pequeño en el coche; mejor ser prevenido aunque lo más probable es que hubiesen jugado un rato. Y una fuente llamaba la atención, solitaria y apuntalada por detrás.


Allí estaba solitaria la pequeña iglesia románica, austera, y tengo lo que agradecer que se restableciese su contorno original al reconstruirla. Son evidentes en la pared norte las señales que han dejado las puertas que se han vuelto a tapar.



Poco después, y como el coche estaba al sol, hemos retomado el camino y parado en Murillo-Berroya. Paseado por el pueblo y terminado en una iglesia a todas luces muy reconstruida en varias ocasiones. Me ha llevado la atención una portada con arco de medio punto con un crismón trinitario en la misma. Evidentemente debe provenir de la iglesia original. Por cierto que se conserva muy bien.


Continuamos y paramos en Arboniés. Lugar bastante poblado que da muestras de un pasado con mucho más esplendor. Una iglesia que no sabría identificar con ningún estilo, con una llamativa torre y su fachada sur repleta de canecillos románicos con diferente ornamento y figuras. La portada a un simple dintel. 

Y muy curioso el trecho de calle de su lado sur. En su fachada norte debe haber más canecillos, sin embargo tapados por una ampliación a todo lo largo de la misma y hasta el tejado. Un conjunto extraño, aunque interesante. Y más si añadimos una puerta de entrada adintelada.









Y ya nos hemos vuelto para casa, dejando el otro destino principal para otro día. Otro día que dedicaré más tiempo al perrito que el de hoy. Tengo que decir que ha disfrutado mucho porque se ha metido por todos los rincones ¡y no ha venido con palo! Ni una foto le he sacado.

jueves, 16 de junio de 2022

Una de romanos






Es un recuerdo. Visión divertidísima de un instante. Uno de esos sucesos que asaltan muy de vez en cuando  tu vida, y  que te acompañarán, inevitablemente (por suerte), logrando que tu sonrisa regrese en ocasiones.

Estos días he leído una novela que, en general, me ha gustado, aunque prefiero en este caso a Suetonio. Nuevamente Julio César veni, vidi, vici.

Retrocediendo en el tiempo;  meses después del accidente de moto; meses en los que tuve que soportar una férula con el fin de que los músculos del hombro y brazo no perdieran su posición. Conocida
coloquialmente como "el avión". Y con ella me paseaba,  No era muy cómoda y su principal misión era preventiva, por si le daba por moverse. 

Un día soleado, a media mañana, estaba parado con mi hermana a la altura de la Avenida Baja Navarra 1, esperando tranquilamente a que el semáforo para peatones se pusieran verde. Como casi siempre que estás en esa situación, la mirada recorría los alrededores viendo los coches, la fuente, el paso de peatones, un niño que estaba cogido a su madre de la mano en el otro lado, también en espera para cruzar. 


Algo llamó mi atención: el niño me miraba atentamente y su mirada se trasladaba de mis ojos al brazo izquierdo una y otra vez. Con esa actitud aseguraba que estaba pensando en mi situación, mas yo no era capaz de asaltar sus pensamientos. Alguna cosa le comenté a mi hermana y por fin llegó el momento de cruzar la calle. 

Nosotros hacia delante; el niño y su madre, también. Enfrentados. Inevitablemente nuestro camino coincidía en mitad de la calle. Su mirada y la mía eran coincidentes.  De vez en cuando esbozaba una sonrisa que me hacía pensar que ya había preparado su actuación. Su madre paseaba tan tranquila con el niño cogido de la mano.

Y justo en el momento en que nos cruzamos, sonriendo y levantando el brazo, con una gran imitación de mi postura: abrió la boca y dijo en voz alta: "¡Ave, César!"

Tres personas reímos con grandes carcajadas, al tiempo que su madre ponía cara de circunstancias sin saber qué actitud tomar, hasta que por fin se unió a las risas. Probablemente también alguno de los que cruzaba la calle con nosotros. No hubo maldad, fue divertido . Una bonita ocasión para disfrutar. Y así lo hicimos. 

Nunca podré olvidar a ese niño. Le deseo lo mejor.











sábado, 7 de mayo de 2022

Paseando por Eristain.

¿Románico o Prerrománico?

El otro día, aprovechando uno de los ratos que supuestamente íbamos a tener sin lluvia, me acerqué hasta Eristain, con el único propósito de intentar descifrar algo de la estela romana que está encastrada en la fachada norte de la Iglesia de Santa María, justamente en la primera hilera de sillares y en el extremo oeste. Abajo, en la esquina de la derecha, que queda más claro.

Se accede sin ningún problema, ya sea en coche o, como acostumbro a hacer otras veces, caminando desde Solchaga, entretenido entre palos y pelotas y las carreras de Krispys. Tampoco es mucha distancia. Y también se puede aprovechar para ver el trujal excavado en la piedra que hay en las proximidades de Solchaga.

Me acerqué a la estela y rápidamente di por inútil transcribir algo debido a la suciedad y otros restos naturales que la cubren. Podría haber contorneado con los dedos las letras y, después de identificarlas, escribirlas en un papel; más la idea no era ésa. Así que media vuelta para buscar una pelota y jugar un rato por allí.


Y fue en ese momento cuando percibí  detalles que no había visto en las dos o tres ocasiones anteriores en que he visitado ese lugar. Me sorprendí ante los grandes sillares que se ven en la altura media y superior de esta fachada norte, por su contraste con las pequeñas hiladas de sillares, mampostería... con las que se construyó la parte baja. Ya con más atención, comprobé que todo estaba bien trazado: Existe un pequeño desnivel en el terreno, más alto en la parte de la cabecera y más bajo a los pies, en el oeste. Y ese desnivel se va corrigiendo poco a poco, piedra sobre piedra, hasta llegar a una línea recta coincidente con el arco de medio punto de una pequeña puerta de entrada, hoy cegada. Básica pero bien hecha, con dovelas muy dispares.  Y es desde esa altura el punto en que los grandes sillares van alzándose en la fachada. No lo había percibido antes; posiblemente y como excusa, por haber visto antes que nada, en su día, el pórtico que se construyó en la fachada sur en el siglo XVI, y que si fuese por mí, se habría aprovechado la restauración realizada no hace muchos años para tirarlo abajo. Y alguna cosa más, también.


Asimismo, esta misma tarde me fijé en que la mampostería es el método utilizado en la  construcción del pequeño ábside, con una ventana realizada sin duda con restos de otra construcción. Seguramente esa ventana estaría en la fachada este original. Porque ese ábside, románico, es sin duda un añadido posterior a la nave principal; además el pobre tiene adherida una gran sacristía en su lado sur. 


La pared oeste también está realizada con grandes sillares;

Dispone de una puerta de entrada del mismo tipo y tamaño que la de la fachada norte, también cegada, y a partir también de la línea de su arco de medio punto vemos grandes sillares.  Alzando la vista se aprecia fácilmente una ventana construida, con forma curiosa, y que la parte superior , la atalaya, fue construida más tarde, por encima de la altura original.


Y en su fachada sur existe actualmente una pequeña portada románica que, según he leído más tarde, es del siglo XIII y se debió construir junto con el ábside y la parte superior del muro oeste.. Curioso, ya que una de las cosas que más echo en falta en esta Comunidad es la falta de edificios prerrománicos, tres solamente. 

Y mi percepción es que esa gran nave rectangular es un edificio prerrománico, y así debería ser considerada, del S X, dejando clara su antigüedad, en lugar de asociarla al románico. Evidentemente me tomarán por tonto, algo que no me importa absolutamente nada. 

Lo mejor es que continuamos jugando un buen rato hasta que la lluvia nos despachó. Y saber que a partir de ahora miraré este edificio de una manera muy diferente.

Debo aclarar que ya hace tiempo solo busco la situación de estos edificios románicos. Únicamente leo información de alguno que queda lejano o me llama la atención especialmente.


¿Por qué? Porque quiero mirarlos y verlos solo con mis ojos, buscando impresiones y detalles, examinando lo que veo, no lo que los demás han visto y quieren que veamos. Prefiero disfrutar de un detalle que para otros puede ser sin importancia y sin embargo para mí es fascinante. Tengo una visión bastante diferente del románico de la que es "oficial". A veces coincido y a veces no. Me da igual. Me gusta dejar volar mi instinto y mi imaginación, viajar a esa época e intentar ver las cosas más o menos como los habitantes de entonces. Ya sé que es imposible, mas es divertido y entretenido.

Una vez en casa consulté dos webs y dos publicaciones,  quedando satisfecho. Y te adjunto un enlace, el que más me gusta:

https://www.romanicoennavarra.info/eristain.htm


Hasta otra






La muralla romana de Santa Criz

Peculiares hiladas Hace tiempo que despertó mi atención y no puedo evitar, cada vez que disfruto de la visita de Santa Criz, situarme frente...